Había que situar las viviendas en dos parcelas extremadamente estrechas y con una acusada pendiente hacia el sur y a la vez capturar las mejores vistas al mar que aparecen por el este. Encajamos una plataforma horizontal empotrada en el terreno. Esta plataforma que nos aisla del terreno se va plegando en aquellos puntos en los que también buscamos aislarnos del exterior. Forma primero la fachada oeste, para protegernos del fuerte viento que sopla en la zona y vuelve a plegarse configurando la cubierta de la vivienda protegiéndonos de la lluvia. La plataforma adquiere finalmente forma de C dejando abierto precisamente el lado este ,hacia donde queremos que se abra al exterior. En la planta baja la plataforma que envuelve la casa se prolonga hacia el exterior recogiendo el acceso, la piscina y las terrazas. En la planta primera un tubo que flota sobre la planta baja acoge la zona más privada y se cierra en si misma buscando mayor intimidad.