Como punto de partida del proyecto, el deseo de los clientes de construir una vivienda de planta única con un importante grado de intimidad en la disposición de sus espacios libres. La parcela de topografía llana se enclava en un cruce de caminos lindando con carretera en sus frentes norte y este.
Nuestra propuesta es una vivienda contemporánea diseñada teniendo en cuenta aspectos bioclimáticos y potenciando la búsqueda de intimidad y privacidad que los clientes anhelan. Proponemos dos volúmenes en “L” que refuerzan en sí mismos la esquina de la parcela hacia los viales norte y este. Con este gesto damos la espalda de manera natural a los viales, mediante unas fachadas mayoritariamente ciegas y a la vez abrazamos la parcela hacia el sur.
No necesitaremos grandes muros o setos para crear privacidad frente a los viales, pues las propias fachadas al exterior se encargarán de ello de manera natural.
Desde el punto de vista climático y energético la propuesta es sin duda acertada, pues nos abrimos al Sur precisamente buscando captar la máxima cantidad de luz y nos cerramos al Norte. Por otro lado, la disposición en “L” con orientación sur, genera un espacio privado e íntimo resguardado de las miradas del exterior, a la vez que optimiza el espacio libre de la parcela. En este espacio discurre la vida al aire libre de los habitantes de la casa, y aquí situaremos un porche como prolongación del salón, varias zonas pavimentadas de estancia y una piscina.
Interiormente, la vivienda se organiza mediante un pasillo que recorre longitudinalmente uno de los brazos de la “L” y conecta los 4 dormitorios con el resto del programa funcional de la vivienda. El pasillo, hacia el norte, no ha de ser sólo una zona de paso, si no que aloja una zona de almacenamiento y a la vez ayuda a configurar unos volúmenes dispuestos de manera rítmica hacia la fachada norte. Hacia el sur, la vivienda se abre mediante grandes superficies acristaladas, protegidas por celosías móviles de madera que tamizan el sol del verano y protegen en invierno.