Situado en un enclave privilegiado rodeado de naturaleza, la vivienda se concibe como un imponente contenedor cuyas aperturas se sitúan estratégicamente para optimizar las visuales del entorno. Al frente, el mar Cantábrico con una perspectiva abierta hacia el mar y hacia la línea de costa de Galizano, de los acantilados de la playa de Langre y llegando hasta el faro de Santander. Alrededor, una imagen elevada sobre la llanura de Galizano, permite disfrutar de los Picos de Europa nevados en días soleados de invierno.
La gran ventana-contenedor deja apreciar 3 piezas que organizan el programa funcional en planta primera y flota a su vez sobre un rotundo tubo longitudinal de hormigón visto que contiene la piscina interior-exterior, elemento fundamental en la rutina de sus propietarios.