Uno de los clientes presenta problemas de movilidad que previsiblemente se irán agravando con el tiempo. Por ello, tenían muy claro que su vivienda debía de ser accesible.
Nuestro proyecto se desarrolla por tanto en una única planta muy fluida desde el punto de vista de sus circulaciones.
Dispondremos varios muros de hormigón situados en paralelo y generando crujías regulares de 4.50 metros. Crujías suficientes para organizar interiormente estancias de índole doméstico de manera eficaz y funcional.
Estos muros que generan el proyecto se prolongan al exterior trasladando el orden interno que generan dentro de la casa hacia el exterior, de tal forma que interior y exterior se fundan en un único y gran espacio de uso y disfrute.
Hacia afuera, los propios muros nos ayudan a delimitar diversos grados de privacidad. Zonas más públicas cerca del salón y áreas más privadas cerca de los dormitorios.
Hacia el nordeste discurre un vial público y la fachada se diseña mediante una celosía fija de listones de madera dispuestos verticalmente que tamiza las visuales aportando privacidad al interior. Hacia el suroeste unas contraventanas controlan el soleamiento en días estivales.