El proyecto nace desde la rehabilitación integral de una vivienda en la calle Castelar, Santander.
Es una vivienda que posee un doble frente (Sur y Norte) de algo más de12 metros cada uno, donde se localizan las estancias principales, y un fondo de unos 27 metros. Esta profundidad en su crujía (de unos 27 metros), provoca que el desarrollo de la vivienda tenga una gran cantidad de superficie en el interior, actualmente destinadas a zonas de servicio, atravesadas por un pasillo de circulación muy largo que comunica el frente Norte con el frente Sur.
El Reto principal, a nuestro entender, es conseguir que la circulación en el inmueble sea más fluida, utilizando estrategias que reduzcan la sensación de pasillo largo, tedioso y oscuro. Bajo nuestro punto de vista, la clave de este aspecto está en la cocina y en su configuración actual que obstaculiza demasiado la relación entre los dos frentes (Norte y Sur) de la casa.
En el frente principal Sur proponemos dos actuaciones principalmente. Por un lado, integrar el comedor hacia el salón, posibilitando que el comedor deje de ser un espacio interior y se incorpore a la zona más noble, con mucha más luminosidad y con vistas hacia la bahía mientras se disfruta de una comida. Para ello, se propone agrandar los huecos que unen salón y comedor con el hall. Por otro lado, proponemos transformar el actual despacho en el dormitorio ppal, que se convierte en suite, con vestidor y baño.
En la zona interior de servicio proponemos una cocina más relacionada con los distintos espacios que hay a su alrededor. La cocina pasa a ser un elemento que funciona como rótula de las distintas partes de la casa. La cocina debe funcionar también como lugar de paso y relacionarse tanto con el comedor como con la zona de habitaciones. Esta posición central que tiene en la vivienda debe permitir que mejore la circulación, que haya más recorridos alternativos al pasillo de hoy y que, por tanto, la comunicación entre la zona de dormitorios y la zona de salón no parezca tan larga y anodina.
Por último en el frente norte, en la zona de dormitorios la intervención se limita a transformar el dormitorio central en dos vestidores para los otros dos dormitorios, que además cuentan con baño integrado en cada uno de ellos.
Fotografía. Sofía Robledo Sánchez