Programa y lugar son el verdadero origen de nuestro proyecto. Un solar exento pero en un entorno hostil, en el que edificios a gran escala y con mucha altura característicos más bien de zonas de ensanche conviven con edificios a escala de ciudad tradicional. La idea inmediata se genera precisamente desde el lugar y se encamina a crear un edificio-cápsula encerrado en si mismo, como un caracol que se repliega en su caparazón. A partir de ahí se trata de resolver un programa dado, en el que nos pareció que los espacios de esparcimiento debieran cobrar verdadera importancia en el proyecto, tratándose de crear un lugar adecuado para la juventud, una edad en la que imperan espacios para disfrutar del exterior. Creamos un edificio encerrado en si mismo pero a la vez conectado con el exterior.
En su conjunto el proyecto es el sumatorio de dos bucles que se entrelazan entre si. Por un lado un Loop construido que recorre el edificio estableciendo jerarquías de privacidad y por otro un Loop de vacíos que penetra en el edificio como una corriente de aire o un tornado que desde afuera busca un camino hacia el interior.