Emplazada en un entorno rural, nuestra arquitectura surge de la Tierra, umbrosa y protectora. La Tierra, el Aire, el Agua y la Vegetación están presentes en cada parte del espíritu de nuestro proyecto. La tradición vernácula rural de cerramientos pétreos para establecer los límites de los predios nos proporciona el punto de partida a nuestra intervención. Los muros de piedra de las parcelas se desdoblan acotando unos nuevos espacios y actuando como las propias fronteras delimitadoras de la arquitectura. En la planta baja la arquitectura se va adaptando direccionalmente a los muros de piedra perimetrales ya plegados, En la planta alta esa geometría es más rotunda y sencilla a su vez, resolviendo mediante una masiva plataforma rectangular que se pliega puntualmente para alojar los usos de esta planta. Esta plataforma aparentemente levita y genera en la planta inferior espacios cubiertos interiores y exteriores. Las sensaciones en cada planta son muy distintas. Mientras abajo la protección de los muros invitas al silencio y la reflexión ,arriba nos abrimos de forma clara al paisaje.