El proyecto consiste en adaptar una antigua oficina en vivienda, realizando una reforma integral que abarca la renovación de las carpinterías, instalaciones, distribución, acabados y mobiliario.
La vivienda que dispone de unos 120 m2 útiles, se ajusta a la morfología típica de esa época, es decir, crujías estrechas y profundas. Solamente 2 piezas dan al exterior, desarrollándose el resto del inmueble en una serie de alcobas y pasillos que se apoyan en un pequeño patio como elemento portador de luz y ventilación. Los cuartos húmedos se sitúan en la parte posterior del inmueble.
Como principal ventaja: poseer un tamaño muy interesante, especialmente en relación con las construcciones de ajustadas superficies que se han venido realizando en épocas más recientes como respuesta al excesivo precio del suelo y de la vivienda.
Como inconveniente: la excesiva profundidad de la vivienda, un limitado frente a fachada y escasa limitada iluminación natural.
Nuestros dos objetivos principales, de los que pronto hicimos partícipe al cliente, fueron reducir el largo pasillo de circulación y potenciar en la medida de lo posible la iluminación natural de la vivienda.
La distribución propuesta, condicionada en gran medida por el presupuesto disponible y por la estructura original del edificio, plantea una nueva forma de circular mediante un recorrido más dinámico y no tan anodino como un simple pasillo longitudinal.
En fachada, elemento protegido, no había posibilidad de modificar los huecos originales, pero sí en el patio y en la parte posterior de la vivienda.
Con estas dos actuaciones, aportamos luminosidad a toda la vivienda, y especialmente al nuevo espacio de circulación, eliminamos una alcoba demasiado oscura y pequeña y potenciamos el espacio principal del salón y sus molduras originales ornamentando uno de los pórticos estructurales del salón ampliando su visión casi desde el acceso principal de la vivienda.
Proyecto 2013
Obra 2014